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La contratación de los servicios médicos de los docentes.

El sistema de salud del Magisterio es un régimen exceptuado de la ley 100 de 1991, por lo que su presupuesto y funcionamiento opera de manera diferente, convirtiéndolo en un caso particular que siempre ha planteado crisis y dificultades que se evidencian en la paulatina precarización del servicio que ha sido denunciado en las múltiples movilizaciones de los maestros en todos los rincones del país.

La Fiduprevisora como entidad encargada de administrar los recursos de los maestros, es una institución que conoce cómo funcionan el servicio de salud de los maestros y sabe de sus virtudes y deficiencias. Dada la difícil situación actual de este sistema, llegó la hora de replantear su operatividad, en razón a que cada día crecen las fallas en la prestación de este servicio, el cual no podemos olvidar que es la esencia de los derechos fundamentales del ser humano y que a partir de la Ley estatutaria 1751 de 2015, es autónomo e irrenunciable, y que bajo ninguna manera puede entenderse como un negocio , tal como lo consideran muchas de las entidades que administran este servicio esencial.

Para conocer mejor esta problemática, es importante precisar qué es una licitación y cuáles son los pros y los contras de que el servicio de salud de los docentes sea asegurado mediante está modalidad de contratación. Las licitaciones son una de las tantas maneras que tiene el estado para adjudicar una obra o servicio que se encuentra bajo su responsabilidad y se hacen a través de una convocatoria pública para que los proponentes, en igualdad de condiciones, presenten sus ofertas. En este caso la Fiduprevisora como administradora de los recursos, es quién adjudica el contrato al proponente que cumplió a cabalidad con lo establecido en el pliego de condiciones. Ahora bien, esta modalidad de contratación se ha visto envuelta en varios inconvenientes legales, puesto que en muchos casos se han apartado de los principios que rigen las contrataciones públicas, fijados en la Ley 80 de 1993, tales como publicidad, transparencia, economía y responsabilidad; lo que ha generado grandes sospechas de que este procedimiento, como otros tantos, también está permeado por la corrupción.

Ahora bien, el esquema político se encuentra estrechamente relacionado con la evolución del sistema de salud de los docentes, pues tratándose de un negocio billonario, los intereses principales no son en su mayoría brindar un buen servicio, sino más bien precarizar cada vez más el servicio para aumentar las ganancias. Esto también ocurre porque muchas veces estos contratos no son adjudicados a los mejores proponentes si no al que más conviene. Otra causa de la deficiencia de la atención medica de los docentes tiene que ver con que el Ministerio de Hacienda, como entidad encargada de realizar los pagos al Fomag, que los realiza de manera parsimoniosa, cuando se debería tener en cuenta que tratándose de recursos para la salud los desembolsos deberían ser prontos y oportunos.

Ad portas de iniciar un nuevo proceso de licitación en la prestación del servicio de salud para los docentes, sin lugar a dudas, tanto la dirigencia sindical como los docentes del país se encuentran esperanzados de que el nuevo gobierno, elegido este 19 de junio, se comprometa a que este panorama cambie, apostando por las nuevas realidades sociales, pero sobre todo buscando garantizar que los maestros reciban la atención en salud que se merecen.

Esperamos que el actual proceso de contratación de la salud de los maestros se haga de manera transparente, ojalá de cara a todo el Magisterio, porque lo que está en juego es el futuro y la integridad de cada uno de nuestros maestros que se merece una seguridad social que le brinde atención oportuna, lo cual compromete la entrega de medicamentos, cirugías y todo lo que significa la palabra salud.

Si el régimen de salud de los docentes no es el único régimen especial en Colombia, ¿por qué entonces es el menos eficaz? Existen otros sistemas de salud que tienen un presupuesto y funcionamiento autónomo como el de la Policía, Ejercito y Ecopetrol, estos sistemas puede que no sean perfectos, pero no están tan postrados como el del Magisterio.

En términos generales, se debe analizar cuál es la base del problema: ¿La falta de presupuesto?, ¿El manejo que le ha dado la Fiduprevisora a los recursos del Magisterio? ¿La inoperancia de las entidades a las cuales se les adjudica el contrato? Tratándose de un sistema autónomo, su funcionamiento debería ser más exitoso, aunque en este tema han existido grandes debates, pues algunos expertos piensan que se debería eliminar este modelo de administración, pero las opiniones siempre estarán divididas; también es cierto que todos los sistema de salud en el país han presentado a lo largo de los años avances pero también muchos retrocesos que terminan desencadenando la pérdida de vidas, la afectación de la salud de muchos ciudadanos y finalmente terminan en demandas que congestionan el sistema judicial y causan un agravio al presupuesto del estado.

Debido a la prórroga de los actuales contratos que fue necesario hacer por parte de la Fiduprevisora, en la actualidad los maestros siguen siendo atendidos por los mismos operadores de salud. Es importante que las entidades de control presten gran atención al tratamiento que llevan recibiendo los docentes. Mientras los proponentes del plan de atención en salud del Magisterio no gocen de idoneidad y transparencia, el panorama no cambiará, generalizar siempre será un error, pero mientras la salud sea vista como un negocio y no como un derecho fundamental, bajo la responsabilidad del estado, este servicio se seguirá deteriorando, no solo para los docentes sino para todos los colombianos.

Según un estudio realizado por Bossert & Mitchell (2011), el mejoramiento de la provisión de servicios de salud depende de la interacción de tres elementos: el espacio de decisión, la capacidad institucional y la rendición de cuentas”. De acuerdo a lo interior, el primer aspecto se refiere a la capacidad que debe tener en el caso puntual la Fiduprevisora que es quién se encarga de administrar los recursos y elegir los proponentes, pero proponentes que finalmente cumplan con los requisitos, que de verdad estén dotados de las capacidades y cualidades para prestar un servicio óptimo a los profesores y sus familias, lo cual no sólo es un tema económico, sino también compromete un sistema organizacional y humano. Sobre este tema particular este estudio plantea lo siguiente:

El adecuado funcionamiento del sistema de salud exige que los tres elementos (espacio de decisión, capacidad y rendición de cuentas) estén alineados. Por ejemplo, si se delegan funciones a entidades que carecen la capacidad para ejercerlas, habrá problemas. También puede haberlos si no hay mecanismos efectivos para que las entidades que reciben los recursos rindan cuentas a la sociedad por el uso de los mismos, y por los resultados logrados .